Desde el 8 de noviembre, he recibido numerosas llamadas, cartas y correos electrónicos de habitantes de todos los sectores de San Francisco preocupados preguntando: “¿Qué sigue?” Mientras que los californianos nos preparamos para una administración de Trump impredecible e inconsistente que rechazamos. La cosa está clara: debemos trabajar juntos para, valientes, proteger nuestros valores y derechos.

Como hijo de padres inmigrantes, me mudé a San Francisco —como tantos de nosotros— porque nuestra ciudad representa verdaderamente la diversidad del mundo. Primero me sentí motivado a testificar en el Ayuntamiento a finales de los 90 en apoyo a nuestra política de Ciudad Santuario. Desde entonces, como presidente de la Junta de Supervisores, trabajé junto a defensores de inmigrantes para aprobar nuestra Ordenanza de Acceso a la Lengua, a fin de defender el derecho de los padres inmigrantes a votar en las elecciones de la Junta Escolar (que finalmente fue aprobada en noviembre de 2016); y proporcionar el primer financiamiento para el derecho de nuestra ciudad.

Al igual que San Francisco, el éxito de California tiene sus raíces en nuestras comunidades de inmigrantes. En la Legislatura del Estado, nuestros demócratas han guiado a la nación en lo que respecta a derechos de los inmigrantes. En los últimos años, hemos aprobado una legislación innovadora que proporciona licencias de conducir a todos, atención médica para niños indocumentados y horas extras para los trabajadores agrícolas. El año pasado, el Gobernador Brown firmó mi proyecto de ley para proteger a los inmigrantes de la discriminación laboral y proporcionó $40 millones a One California, un programa que propuse junto con el ex presidente latino Luis Alejo para ayudar a inmigrantes a convertirse en ciudadanos naturalizados.

Donald Trump puede haber ganado la presidencia después de la campaña presidencial más anti-inmigrante en la historia americana reciente, pero nuestros legisladores demócratas continúan encabezando la carga nacional para nuestras comunidades de inmigrantes. En las primeras semanas de la nueva sesión legislativa, los demócratas de California han propuesto leyes para impedir que Trump coopte con las agencias estatales de California para hacer cumplir sus políticas de inmigración, y desafiar sus planes de construir un muro fronterizo, así como prohibir a las agencias estatales revelar la afiliación religiosa de California si Trump intenta cumplir con su promesa de campaña para establecer un registro musulmán. Estoy orgulloso de defender estas medidas, así como de ayudar a proyectos de ley que proporcionen recursos a organizaciones sin fines de lucro y abogados defensores que defienden a los inmigrantes que se enfrentan a la deportación.

Nadie sabe exactamente lo que Trump hará cuando asuma el cargo el 20 de enero. No sabemos a qué comunidad recurrirá primero o se moverá para deportar a latinos, musulmanes u otros grupos amenazados. Pero sus creencias declaradas son una amenaza existencial a nuestros valores progresistas como ciudad y como estado, por lo que estoy animando a todos los residentes del Distrito 17 de la Asamblea a unirse en esta lucha proponiendo sus propias ideas para la legislación para mejorar nuestro estado y defender nuestras comunidades a través de nuestro programa ‘Debería ser una ley’, del cual puede saber más si visita el siguiente sitio web: www.asmdc.org/members/a17/.

No iniciamos esta pelea, pero si Trump cumple con sus promesas de campaña, nos opondremos a él en cada paso del camino. Él tendrá que pasar a través de todos nosotros y enfrentarnos juntos, unidos como una sola California.

David Chiu es miembro demócrata de la Asamblea que representa al este de San Francisco.