Capital Estatal de California. Foto Thomas W. Toolan / Wikimedia Commons

California es líder nacional en muchas áreas. Sin embargo, tristemente también encabezamos el nivel más alto de personas que viven en la pobreza debido a los altos costos de vida de nuestro estado y a la crisis de vivienda accesible. Ningún condado de California tiene la cantidad adecuada de viviendas accesibles para familias de clase trabajadora. Nuestro estado tiene un déficit de 1.5 millones de viviendas accesibles y las áreas metropolitanas más caras del país.

En nuestra ciudad, 60 por ciento de los sanfranciscanos de bajos ingresos gastan la mitad de sus sueldos en renta, y los desalojos de veteranos se han convertido en cosa común. Desafortunadamente, la crisis ha sido en parte causada por los masivos recortes a los fondos de construcción de viviendas accesibles. En años recientes, debido a la eliminación de agencias de desarrollo estatales y a la escasez de tales fondos, hemos perdido más de $1.5 millones al año en recursos para viviendas accesibles.

Es por eso que presenté a la Asamblea, durante mi primera sesión legislativa y junto con la vocera Toni Atkins y cientos de organizaciones de todo California, la propuesta 35 la cual garantizaría que, contar con un techo bajo el cual vivir, no sea un lujo.

La propuesta AB 35 sugería resolver nuestra crisis de vivienda aumentando el crédito de impuestos a los californianos de bajos ingresos por $300 millones para poder construir y rehabilitar unidades de vivienda accesible por todo el estado. Con ello se habría acumulado unos $600 millones adicionales en créditos de impuestos federales para viviendas de bajos ingresos y cerca de $1 billón de fondos del sector privado.

Esta propuesta habría utilizado un programa no explotado del cuatro por ciento de créditos de impuestos de bajos recursos –la producción más exitosa de viviendas accesibles de renta en los EEUU– que incentiva a inversionistas privados a desarrollar viviendas accesibles. La AB 35 habría impulsado la construcción y rehabilitación de viejas unidades de vivienda accesible, creando miles de trabajos y generando millones de ingresos a los gobiernos locales.

En nombre de las 800 organizaciones y de los 118 legisladores que apoyaron AB 35, estoy profundamente desilusionado de que el Gobernador Brown recientemente emitiera su veto. Como resultado, nuestro estado perderá una oportunidad significativa para invertir de forma inteligente impulsado cientos de millones de dólares estatales, federales y del sector privado para viviendas accesibles.

Mientras que este veto es desmoralizante, el movimiento por más viviendas accesibles no termina. En los próximos meses, espero que puedan unirse a nuestra coalición para luchar por tener más vivienda accesible en nuestro estado y nuestra ciudad. El momento para contar con viviendas accesibles ha llegado, necesitamos de tu ayuda para asegurar que nuestro estado sepa porqué este problema no puede esperar.

David Chiu es un Asambleísta Demócrata representando el este de San Francisco.