En respuesta a la publicación del Boston Globe sobre la deportación de cientos de migrantes haitianos por parte de la administración Biden, la congresista Ayanna Pressley tuiteó: «Las deportaciones masivas de haitianos e inmigrantes negros son amorales y peligrosas. El @ICEgov es una agencia deshonesta que está más allá de la reforma. Debemos reconstruir nuestro sistema de inmigración para afirmar la dignidad y la humanidad de cada persona en los EEUU, independientemente de su estatus migratorio o color de piel». 

La afirmación de Pressley de que ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) es una agencia que está más allá de la reforma, se corrobora con sus continuas deportaciones de cientos de migrantes, posibilitadas por la incapacidad de la administración Biden-Harris para dar seguimiento a sus propuestas reformas políticas. Específicamente, Pressley comenta el aumento de las deportaciones de migrantes haitianos, dado que aún se mantienen las políticas fronterizas de la era Trump. 

Esta política, el Título 42, rechaza sin excepciones e inmediatamente, a cualquier migrante en la frontera entre los EEUU y México debido a las precauciones del COVID-19, aun cuando los migrantes teman por su vida. Esto ha afectado especialmente a los migrantes haitianos.

«Este sistema de deportación de inmigrantes es cruel e inhumano», dijo la cofundadora de la Alianza Puente Haitiano, Guerline Jozef, a través de un comunicado. «Es insensible pero no sorprendente que ICE haya iniciado hoy el Mes de la Historia Negra deportando a inmigrantes negros, infligiendo dolor y trauma a esas familias que buscan seguridad». 

En una de sus primeras órdenes ejecutivas tras asumir el cargo, Biden emitió una moratoria de cien días a las deportaciones. Esta medida fue rápidamente bloqueada y suspendida temporalmente por un juez federal de Texas. A pesar del bloqueo, el fallo no obligó al Servicio de Inmigración y Aduanas a programar las deportaciones, por lo tanto, sigue deportando a cientos cada día, especialmente a los inmigrantes negros. 

Courtesy: Undocublack.org

El gobierno de Biden-Harris aún no ha respondido de manera sustancial, a pesar de que su plataforma de trabajo prioriza la reforma migratoria y la equidad racial.

El sistema de inmigración de los EEUU no es capaz de atender a los inmigrantes negros, ya que está plagado de desigualdades sistémicas y de racismo contra esa comunidad. En una declaración publicada por la Red UndocuBlack, su codirectora Patrice Lawerence refirió las deportaciones masivas de migrantes negros durante el primer día del Mes de la Historia Negra, y el incremento de sentimientos anti-negros entre los funcionarios de ICE. 

«ICE aprovechó la oportunidad de deportar a los inmigrantes negros al Caribe, Centroamérica y países subsaharianos casi inmediatamente después de la emisión de la injusta, infundada y legalmente poco sólida TRO sobre la Moratoria de Deportación de 100 días», dijo Lawerence a través de un comunicado. «Sabemos que los primeros de la lista, de Camerún, Mauritania, Angola, Congo, Haití y Jamaica están inmediatamente en riesgo. Sin embargo, lo que resulta desconcertante es el silencio ensordecedor que emana de la Casa Blanca. Mientras las agencias deshonestas del DHS siguen desafiando el mandato de la nueva administración, la administración Biden-Harris permanece en silencio».

Este silencio forma parte de un largo legado de ignorancia de las luchas de los inmigrantes negros. Antes de la administración Biden-Harris, la lucha por la justicia migratoria para los migrantes negros ha estado plagada de racismo, xenofobia y sentimientos anti-negros. En 2018, la Alianza Negra para la Inmigración Justa y la Clínica de Derechos de los Inmigrantes de la Universidad de Nueva York publicaron el informe Estado de los Inmigrantes Negros para abordar la falta de atención a los migrantes negros en los debates más amplios sobre la Justicia de Inmigración. El informe concluyó que los inmigrantes negros en los EEUU, al igual que los afroamericanos, «experimentan resultados dispares, a menudo negativos, dentro de diversas estructuras sociales y económicas en los EEUU, incluyendo la criminalización masiva en el país y los regímenes de aplicación de la ley de inmigración». 

Cientos de inmigrantes son deportados cada día. El grupo de defensa de la inmigración, United We Dream, ha calculado que se han producido más de 26,258 deportaciones bajo la administración Biden-Harris, incluidas las expulsiones bajo el Título 42.

La excesiva criminalización de la comunidad negra afecta de forma desproporcionada a los inmigrantes negros, que representan más del 20% de las personas en proceso de deportación por motivos penales, a pesar de que sólo representan el 7% de la población no ciudadana. Esta sobrecriminalización también afecta a su elegibilidad para solicitar programas para un camino claro hacia la ciudadanía, como el Estatus de Protección Temporal (TPS). En una declaración publicada por UndocuBlack sobre la propuesta de Ley del Sueño y la Promesa Americana, Asha Noor llama la atención sobre los estrictos parámetros de elegibilidad:

«El proyecto de ley presentado ayer haría de las mismas exclusiones penales un pilar en un sistema de inmigración ‘transformador’, incluso después de que 280 organizaciones pidieran su eliminación…», escribe Noor. «Esto negará cruelmente el alivio a los miembros negros y morenos de nuestra comunidad, reduciendo la elegibilidad para el estatus y la ciudadanía a través de términos de condiciones desfavorables pero discretos». 

El silencio de la administración Biden-Harris sobre las deportaciones masivas de estos migrantes contrasta fuertemente con la plataforma política que presentaron durante la campaña. «El presidente Biden reformará nuestro sistema de inmigración, roto desde hace tiempo y caótico», presume el sitio web de la Casa Blanca. Sin embargo, esta promesa de reforma claramente no se está cumpliendo. En su lugar, se proponen programas con claras vías de acceso a la ciudadanía, como el TPS, con obvias exclusiones penales, mientras que no se aborda el racismo estructural y el exceso de vigilancia hacia los migrantes negros que les impide acceder a un apoyo migratorio adecuado. 

Como el sistema de migración en los EEUU sigue plagado de desigualdades sistémicas a pesar de las promesas presidenciales de reforma, parece que enmendar nuestro actual sistema de inmigración no es suficiente.

Cientos de inmigrantes son deportados cada día. El grupo de defensa de la inmigración, United We Dream, ha calculado que se han producido más de 26,258 deportaciones bajo la administración Biden-Harris, incluidas las expulsiones bajo el Título 42. Dado que los inmigrantes negros están sobrerrepresentados en los procedimientos de deportación por motivos penales debido a la sobrecriminalización, corren un riesgo desproporcionado de ser detenidos en los centros de detención de ICE y de que se les impida el acceso a la ciudadanía. Los efectos del racismo estructural de nuestro actual sistema de inmigración sobre los negros, a pesar de una presidencia ‘progresista’, ponen de manifiesto que la reforma no basta. 

Cambiar un sistema con desigualdades estructurales incorporadas seguirá perpetuando el daño a las comunidades de migrantes, especialmente a los migrantes negros. Hasta que no cesen las deportaciones, la aplicación discriminatoria de la ley y los centros de detención, la administración Biden-Harris no podrá cumplir su promesa de un país «seguro, más fuerte y más próspero».