El artista de ciencia ficción Raúl Cruz ‘Racrufi’ pinta ‘Cyber Diva’ en su estudio en Coyoacán, México. Cortesía: Raul Cruz

Raúl Cruz rinde homenaje a las raíces indígenas de México a través de su arte imaginario y narrativo.

Procedente de la Ciudad de México, este ilustrador imagina una sociedad indígena mucho más allá de lo que se ha escrito en los libros de historia. Cruz se inspira en su propia herencia, la cual abunda en mitos, leyendas y los cuentos que ha escuchado a lo largo de su vida; mediante su imaginación crea un extenso cuerpo de trabajo.

La mayoría de los artistas tienen una colección de arte que consideran concluida. Cada pieza necesita su propio tiempo para completarse, y ninguna se considera terminada hasta que el artista esté satisfecho. Este no es el caso de Cruz, cuyos impulsos artísticos lo llevan a abandonar su obra en lugar de terminarla.

“Todo mi trabajo me enorgullece, aunque ninguno me ha dejado cien por ciento satisfecho”, dijo. “Siempre habrá un detalle más para agregar porque las ilustraciones nunca se pueden considerar terminadas”.

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Su influencia primordial proviene de la cultura maya. Utiliza motivos mayas para crear escenas del folclor mesoamericano y mexicano con un ocasional toque steampunk. Aunque no le gusta que lo etiqueten, dice que su arte pertenece a un género llamado ‘arte fantástico’, una rama de la ciencia ficción. Según explicó, solo algunas de sus obras se han realizado con la intención de caer en el género steampunk porque el tema giraba en torno a la revolución mexicana cuando las máquinas de vapor fueron populares.

“Me gusta saber que, al ver mis obras, la gente disfruta de una especie de viaje a través de la fantasía”, dijo Cruz.

Su obra de arte destaca gracias a su estilo mesoamericano, que lo identifica como un artista latino original. Según Cruz, una de las formas en que considera su arte como único es porque hace “una propuesta de origen apasionado, a través del cual trato de mostrar el arte de mis antepasados ​​de una manera fantástica”. Encontró arte prehispánico, azteca, maya, de Teotihuacán y olmeca en los libros, su educación, la televisión, los sitios arqueológicos que ha visitado y lo más importante, a través de su familia.

En muchas pinturas, Cruz retrata a las mujeres como guerreras, a quienes destaca entre mundos de imágenes y realidad. Su intención es mostrar la fuerza femenina en su cultura ancestral: “Intento resaltar mi cultura y su pasado, presente y futuro, a través de una mujer mexicana que rompe con el estereotipo de la belleza europea impuesta por los medios de comunicación en México”, dijo.

Una pintura en particular representa a la Virgen María, ícono de la cultura mexicana, biomecánica. Las flores pintadas a su lado le dan al cuadro una mezcla de realismo y fantasía de ciencia ficción humanoide.

Cruz se inspira en cualquier lugar o en cualquier cosa que lo rodea, desde texturas hasta paisajes, incluso el arte antiguo. Siempre y donde quiera que vaya, tiene cerca un pequeño cuaderno de bocetos. Además de los temas mesoamericanos, otra influencia importante en su obra es la ciencia ficción. Mientras crecía, disfrutó de programas de televisión como ‘Thunderbirds’ y películas como ‘2001: A Space Odyssey’.

Cruz describe su infancia como imaginativa e inquieta. Mostró interés por las artes desde pequeño, y pasaba la mayor parte del tiempo dibujando o construyendo algo. Artista autodidacta, contó con el apoyo de su familia desde temprana edad para seguir su carrera artística.

Su consejo para las generaciones futuras es encontrar lo que les apasiona, seguir sus impulsos creativos en contra de cualquier situación que intente detenerlos, ya sea el dinero, los prejuicios, la familia, la sociedad, la moda, porque, según Cruz, la creatividad es un acto de rebelión.

Además de los conceptos mesoamericanos, para la obra de arte de Cruz, la técnica, aunque ha variado a lo largo de los años, es un elemento decisivo. Utiliza principalmente acrílico, óleos, lápices y acuarelas, pero ha comenzado a experimentar con la escultura y el uso de diferentes materiales como el papel, los metales, la maderas, los plásticos y objetos reciclados.

Una de las formas en que su arte evoca la época anterior a la conquista europea, es por la forma en que utiliza los colores: “Los combino de tal manera que terminan ensuciándose y dando la apariencia de corrosión, de [ser] ‘viejos’”.

Cruz ha expuesto su arte en lugares como Milán, Nueva York y Cuba, así como en la Ciudad de México, donde fue recibido muy positivamente. Mientras que personas de todo el mundo han elogiado su trabajo, dice que la reacción que recibe de las personas de ascendencia mexicana es mucho más intensa y emocional. Él lo atribuye a “un sentimiento de identidad cultural, de pertenencia, de fantasías míticas muy propias, difíciles de explicar con palabras”.

Cruz experimenta una mezcla de alegría, incertidumbre, satisfacción y duda cada vez que exhibe su obra, pero dijo que su mayor satisfacción proviene de la sensación de haber transportado a su público a una era en la que nunca antes habían estado: “El arte es universal. El patrimonio cultural de cualquier país siempre será valorado por personas con sensibilidad”.

El trabajo de Cruz se exhibirá este año en la Riviera Maya, Cancún, Playa del Carmen, Italia y Los Ángeles. Para conocer más sobre su trabajo, visite su sitio web: racrufi7.wixsite.com/racrufi o siga su Instagram en @racrufi