Izquierda a derecha: Manual Rivera (Raymond Borja) y Richard Chavez (Eduardo Ambriz Decolosio) en huelga.

Un musical que retrata la vida del legendario organizador y activista de los derechos civiles César Chávez, «Let The Eagle Fly», presenta un drama moral de la mejor variedad.

El viernes 26 de marzo, las melodías bilingües y pegadizas, el humor ágil, la apasionada actuación y el poderoso mensaje de no violencia cautivó a una audiencia de alrededor de 100 asistentes que llenaron el teatro del San José City College durante las tres horas de duración.

Entre los asistentes estaba el hermano de César, Richard Chávez, personificado por el actor Eduardo Ambriz DeColosio como un rufián agresivo pero cordial que s econvierte en activista, viste un zoot suit llamativo en una escena y tararea el estribillo California Grapes Girls en otra, y sin embargo, ama y apoya a su hermano y la causa de los trabajadores agrícolas al mismo tiempo.

Cuando El Tecolote preguntó a Chávez qué sentía al ver su vida actuada en el escenario, me contestó con una sonrisa: “Es una sensación extraña. Pero cuando se hace de la manera que lo hacen, es muy gratificante”.

El productor y director Richard Falcon dijo a El Tecolote que, “de todas las presentaciones que alguna vez se han hecho,” la familia Chávez considera Let the Eagle Fly la interpretación más fidedigna de su historia, ya que “captura las relaciones” entre Chávez y las personas más cercanas a él.

De hecho, el musical ha desarrollado hábilmente las personalidades de los protagonistas y demuestra la fuerza de los lazos entre ellos. Este musical refleja el humanitarismo de Chávez y la lucha de los trabajadores agrícolas de una manera que los libros de historia y los monumentos jamás lo podrían hacer.

Helen Chávez, majestuosamente interpretada por Nathalie Brissa Ibarra, personificó un papel casi tan importante e incluso a veces hasta más dinámico que el de su marido. Fue Helen, con su sutileza, inteligencia, solidaridad y persistencia —por no mencionar también su hermosura— quien dio la bienvenida en su casa a Fred Ross (Jim McCann) de la ‘Organización de servicio comunitario’ (CSO por sus siglas en inglés), y quien también vive contra la voluntad de los hombres, decisión que transformó al reservado y pasivo César (Octaviano “Aki Starr”, ex modelo de Versace que ha cantado para el papa y en el Festival de Cine de Cannes) en un líder muy seguro de si mismo durante su cruzada de 15 años por los derechos de igualdad.

John Reeger, autor del libro en que se inspiró el musical, y Julie Shannon, compositora de la música y letra, sin duda hicieron una profunda investigación sobre la no violencia, porque supieron capturar la tensión que provocó el usar esta táctica dentro del movimiento de los trabajadores agrícolas. A principios del primer acto, la madre del joven César lo reprende por intentar hacer frente a un mayordomo injusto, aconsejándole, “Dios te ha dado tu corazón, tus ojos y tu mente, así que no tienes que usar los puños.”

En medio del boicot de la uva en Delano, estalla un enfrentamiento entre Chávez y otro líder de la ‘Unión de campesinos’ (UFW por sus siglas en inglés), Víctor Mendoza (Carlos Andrés Castillo), después de que un grupo de cultivadores asalten a Manuel Rivera (Raymond Borja).

Todo el pleito consiste en famosas frases de Gandhi (“Ojo por ojo hace a todo el mundo ciego”) y Emiliano Zapata (“Prefiero morir de pie que vivir de rodillas”).

Incluso la letra optimista del número musical “Sí Se Puede”, una adaptación inteligente de la popular consigna de protesta, hace referencia a ahimsa, que en sánscrito significa ‘no lastimar’ y que empleó Gandhi en su lucha contra los británicos.

Si bien muchos miembros del público pudieron haber pasado por alto dichas alusiones a la lucha de Gandhi contra la dominación britanica, el mensaje básico estaba claro y era suficientemente convincente. Los actores también trataron de involucrar al público representando las campañas de petición de boicot, creando así un sentido de propósito común y de participación.

Este aspecto del musical fue muy importante, porque como dijo Richard Falcon a El Tecolote, “Todavía hay trabajadores agrícolas que siguen muriendo en los campos, por lo que el mensaje sigue siendo muy, muy valioso”.

Chávez también dió un discurso en la escena final conectando la lucha de los trabajadores agrícolas con otros temas de actualidad como los derechos civiles, concretamente la inmigración, la educación y los servicios de salud.

“Let The Eagle Fly tiene el potencial para catalizar a toda una nueva generación”, dijo Julie Chávez Rodríguez en un folleto publicitario. Tanto si se utiliza con fines educativos o activistas, este musical es uno de muchos que enriquecerá la educación en las escuelas del país. ­

—Traducción Manuel Dueñas