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Hace casi 25 años, un grupo de mujeres creó el emblemático mural que cubre las paredes del Edificio de las Mujeres en el Distrito de la Misión de San Francisco, y ahora estas mujeres esperan inmortalizar su trabajo a través de un libro.

“Los logros de las mujeres no son debidamente celebrados en el mundo”, dijo Juana Alicia, una de las miembros originales del grupo, conocida como Maestrapeace (literalmente, ‘maestras de la paz’). “Queremos asegurarnos de que la historia no se pierda porque, francamente, la pintura se pela, los edificios se caen, las cosas suceden, pero un libro puede preservar algo durante mucho tiempo”.

Las Mujeres Muralistas reunidas en el Women’s Building en enero. Foto: Tatjana Loh

El colectivo Maestrapeace (cuyas muralistas originales incluyeron a Juana Alicia, Miranda Bergman, Susan Cervantes, Edythe Boone, Meera Desai, Yvonne Littleton e Irene Perez) está organizando una recaudación de fondos kickstarter del 11 de marzo al 8 de abril para recaudar $50 mil y así completar el libro, que incluye un prólogo escrito por la reconocida autora y activista Angela Davis.

“Esperamos que este libro amplíe la comunicación hacia más mujeres de todo el mundo que buscan inspiración y esperanzas de un mundo mejor para las mujeres y las niñas”, dijo Cervantes. “Somos profesoras. Seguimos compartiendo esta práctica, para que más mujeres puedan continuar compartiéndola con sus comunidades”.

Cuando se embarcaron en el proyecto a principios de los 90, las muralistas esperaban que la creación nacida de su pincelada y pasión se convirtiera en un símbolo de unidad entre artistas, una visión compartida y una obra de arte que inspiraría a las mujeres de todo el mundo.

“Incluso en aquel entonces, ya colectivamente teníamos más de cien años de experiencia mural”, dijo Bergman.

Antes de comenzar su trabajo, las muralistas recibieron información de una encuesta hecha por el Edificio de las Mujeres. Dicha encuesta les informaría sobre la opinión del público, en términos de qué mujeres deberían ser honradas o qué cuestiones deberían expresarse. Después de escuchar diferentes voces de la comunidad, cada una de las artistas creó un diseño y luego fusionaron sus visiones.

“La relación entre nosotras siete era tan importante como la imagen en la pared”, dijo Alicia y agregó: “Se trataba de la relación con otras mujeres y la colaboración”.

Desai dijo que trabajar con artistas tan reconocidas fue intimidante al principio. Ella recuerda sentir temor mientras pintaba la esquina superior del edificio, específicamente un sombrero. Pero comenzó a sentirse más cómoda a medida que la amistad entre las mujeres se fortalecía.

El Edificio de las Mujeres en el Distrito de la Misión en San Francisco, el 2o de marzo de 2017. Foto: Beth LaBerge

“Escuché cantar todo el tiempo mientras me enfocaba seriamente en mi trabajo y cuidaba mi paso”, dijo Desai.

La idea original del mural era en realidad pintar una pequeña parte del edificio, pero Maestrapeace amplió esa visión y propuso un mural que lo cubría todo.

Juana Alicia dijo que el tiempo dedicado al mural fue un proyecto tan significativo y la experiencia más profunda para su vida como artista. Ella describió el mural como una obra de arte feminista creada para celebrar una imagen digna del cuerpo femenino de una manera no tóxica.

“Es feminismo para las mujeres de color; es feminismo para mujeres transgénero; y es feminismo en un sentido muy amplio. Y el mural realmente lo celebra”, dijo Alicia.

Después de 18 meses de trabajo, se completó el mural, con la ayuda de más de 80 voluntarios y la fuerza y ​​dedicación de las siete mujeres, quienes con su pasión, quisieron celebrar el poder femenino.

La amistad del colectivo creció tanto que, después de terminar el mural, se reúnen una vez al mes. Con los años, también han restaurado el mural y lo han expandido al interior del edificio.

Cervantes —quien fundó la organización Precita Eyes Muralists en 1977 y aún se desempeña como directora ejecutiva— dijo que el grupo de mujeres jóvenes que se ofrecieron como voluntarias para ayudar a restaurar el mural, después comenzaron a crear murales por su cuenta.

Cervantes también dijo que todas se reunieron con Davis y le dieron un recorrido por el edificio. Ella dijo que Davis está muy entusiasmada con el proyecto y el trabajo de las muralistas.

“Nos sentimos muy honradas con su presencia y que ella esté interesada en hacer este ensayo para el libro”, dijo Cervantes. El colectivo dice que el libro saldrá antes del vigésimoquinto aniversario de la finalización del mural.