La voz de Brian Yoo fluía como un viaje en una montaña rusa: un momento de agudo crescendo, seguido por una caída vertiginosa, sólo para subir de nuevo. Sus palabras hablaban de similares subidas y bajadas: las de su vida amorosa. Por último, su cabeza se meneó hacia delante mientras sus últimas palabras, dichas con un tono de capitulación, resumían lo precedente. “Qué es el amor, sino otra palabra de cuatro letras.”

Brian Yoo, junior en la Universidad de Stanford, fue uno de los dos poetas destacados en el evento Lunadas de la Galería de la Raza celebrado en la tarde del 29 de marzo.

El evento, que tiene lugar cada luna llena a las 7 y media de la tarde, fue una tarde llena de poesía, música y emoción por parte de los artistas participantes y de cualquier persona del público que desee compartir el escenario. Aunque se centra en la poesía, no excluye otras formas de entretenimiento.

Marc David Pinate abrió y cerró la velada con una canción, acompañado de otro guitarrista, Mark González.

“El mes pasado tuvimos un par de grupos musicales”, dijo Marc David Pinate, gerente del programa de la Galería y creador de Lunadas. El baile tampoco es infrecuente, dijo Pinate, refiriéndose a la actuación de baile del mes pasado de las Bomberas de la Bahía, una compañía femenina de baile y percusión.

Pinate abrió y cerró la noche con una canción —acompañado por las guitarras de él y Mark González— pero entre ambas tocadas todo fue poesía. El público reaccionó con ataques ocasionales de risas y silencios reflexivos. Cada poeta compartió temas personales que iban desde el tifón Ondoy y los prejuicios raciales, a crecer en un pequeño pueblo de montaña o pasar un día en el parque Golden Gate.

De la forma que las Lunadas suelen ser, a Pinate le pareció ésta una noche muy tranquila. “Las más grandes con música y danza son divertidos, pero estos… realmente conectan más a la gente.”

Pinate obtuvo la idea de Lunadas de Teresa Sánchez, dueña del restaurante Chacho ubicado en San José, donde Pinate celebró Lunadas durante cuatro años, antes de mudarse hacia el norte.

“Solía ir a ellos cuando era niño en México”, dijo. Según Pinate, Lunadas han sido un acontecimiento ritual en México durante cientos de años. El evento en la Galería de la Raza se encuentra en su sexto año.

Yoo abrió con el poema mencionado anteriormente, irónicamente titulado “Mi último poema”, continuando con una pieza que caracterizaba su reacción al insensible comentario de la congresista Betty Brown acerca de lo difícil que es pronunciar los apellidos asiáticos. Yoo cerró con un poema arriesgado y lleno de energía sobre su primer concierto de hip-hop. Agitando los brazos, Yoo saltó para arriba y para abajo detrás del micrófono. Sus palabras y acciones capturaron el espíritu del concierto de Wu-Tang del que hablaba.

Yoo comenzó a escribir durante sus años de escuela secundaria en Chicago y luego se unió a un grupo de poesía al comenzar la universidad en Stanford.

“Hacemos funciones en el campus”, dijo Yoo, añadiendo que su grupo también ofrece sesiones de escritura colectiva y colaboran con escuelas secundarias locales.

Matt Bless —el segundo de los dos poetas destacados— suscitó una ronda de risa moderada con el haiku con que comenzó su intervención. Continuó con un par de poemas que tocaron de cerca al poeta coreano-americano —uno sobre el tifón Ondoy y otro sobre su ciudad natal de Truckee.

Blesse, recién graduado de la Universidad de California en Berkeley, ha hecho de su pasión por la poesía una carrera. Es un instructor de lírica con el programa de arte Lyrical Minded 415 de San Francisco, que enseña a jóvenes con problemas a expresarse mediante formas creativas como la danza, beat box, teatro, poesía de la palabra hablada y más.

“Es llevar la expresión creativa donde más se necesita”, dijo Blesse.

Incluso después de que el programa oficial de la velada terminó, muchas personas no se querían ir a la casa. Mientras que la vibrante música tocaba sobre un ruidoso parlante, la gente se quedó alrededor charlando más de media hora después de terminarse la presentación, poniéndose al día con los conocidos y comiendo boquitas de una pequeña mesa de buffet. Según Pinate, el evento regularmente atrae a un público muy variado.

“Es muy concurrido y estoy muy satisfecho con el sentido de comunidad que genera”, dijo Pinate.

El evento Lunadas es sólo una de las muchas ofertas de la Galería de La Raza. La Galería está celebrando su 40º aniversario este año.

“Es uno de los espacios chicanos para arte más antiguos del país”, dijo Pinate. Lo comenzó René Yañez —artista local y uno de los primeros directores de la galería— junto con un grupo de artistas chicanos que tenían problemas para mostrar su arte en galerías convencionales. Varios de los artistas fundadores aún muestran su arte en la Galería.

Además de las exhibiciones de artes plásticas, la Galería de la Raza también organiza actividades culturales como muestras de películas realizadas por cineastas locales, conciertos de música, actividades para recaudación de fondos y para la publicación de nuevos libros.

La Galería de la Raza muestra la obra de muchos artistas locales que están comenzando. Si bien la galería exhibe todo tipo de arte clásico, tratan de diferenciarse de otras galerías mostrando trabajos artísticos digitales vanguardistas.

“Tenemos un montón de instalaciones de video y lo que llamamos ‘nuevos medios’, grabaciones de audio, vídeo y gráficos por ordenador todo mezclado”, dijo Pinate. También se centran en exponer el trabajo que contiene un mensaje socio-político.

La exposición actual, Hollywoodpedia, es una muestra de video que consiste en fragmentos de películas de Hollywwod.

Para obtener más información, visite el sitio web www.galeriadelaraza.org o pásese por la galería —2857 24th Street— para tener la experiencia completa. Las Lunadas comienzan a las 7:30 de la tarde y hay dos más programadas para esta temporada: el 28 de abril y el 27 de mayo. La entrada cuesta $5 o llevar un plato de comida para compartir.

—Traducción María Matilla