(De izquiera) Lou Dematteis, Mauricio Aviles y Daniel Galvez frente al mural de carnaval recientemente restaurado, durante la mañana del Dia de Accion de Gracias, 2014. Foto S. Thollot

Por Alexis Terrazas

Restaurar un viejo mural de treinta años de antigüedad, maltratado y carcomido por el clima y el paso del tiempo, brochazo a brochazo y pulgada tras pulgada, requiere mucho tiempo, paciencia, pintura y sudor por igual.

“Valió la pena cada perla de sudor de mi frente”, dijo, haciendo un guiño, Daniel Gálvez, la mañana de Acción de Gracias, mientras observaba el andamio que cubrió el taller de reparación de autos House of Brakes en las calles 24 y South Van Ness, reducido ya a una pila de tablas y postes.

Él tuvo razón al guiñar: el famoso mural del Carnaval del distrito de la Misión —que el mismo Gálvez pintó originalmente en 1983 y que había sido protegido por ese andamio durante los pasados tres meses— ahora estaba completamente restaurado.

“Es un recordatorio de lo que era la Misión y cómo estaba compuesta”, dijo Gálvez. “Y solo viéndolo revivir de nuevo, estar vibrante otra vez y recibir solamente estímulos positivos, le da calor a mi corazón. Y me recuerda que lo que hice hace 30 años es todavía relevante”.

Pero ahora, ese barrio que el mismo mural ha visto durante las últimas tres décadas, está cambiando. Como las imágenes y colores del mural, los negocios locales y casas, han empezado a desvanecerse.

“Oír hablar a las personas sobre esto es aún más relevante debido a los cambios de que hablamos, con los de la era dot.com, que se ha llevado muchas de las casas que había antes aquí”, declaró Gálvez. “Pero es como recordar algo así como el ícono de lo que fue alguna vez y que ojalá la gente quiera mantenerlo. Igual significa seguir viviendo aquí, lo cual se ha convertido en un proceso difícil”.
Si empezar el mural fue complicado, lo mismo fue su restauración.

Un miembro original del comité del Carnaval en 1979, el fotógrafo y director de cine Lou Dematteis retrató las celebraciones carnavalescas de 1980 al 83.

Mauricio Avilés del comité de publicidad aprobó la idea de un mural y fue encargado de recolectar las fotografías de Dematteis y presentárselas a un equipo de muralistas.

Durante seis meses Gálvez, Keith Sklar, Dan Fontes, Jamie Morgan y Jan Shield —uno de los primeros instructores de pintura de Gálvez en la Pacific University en Oregón—, se estuvieron balanceando en una plataforma hasta que el mural fue concluido.

Décadas más tarde, Avilés hojeó un periódico. “No sabía hasta entonces que leí un artículo en el periódico de que el mural necesitaba ser reparado”, bromeó Avilés. “Y que Mauricio Avilés era el responsable”.
En 2012, el trío original compuesto por Avilés, Gálvez y Dematteis solicitaron la beca San Francisco Community Challenge Grant. A pesar de que no la ganaron, la solicitaron al año siguiente y recibieron $50,000 para la restauración. El proyecto finalmente se comenzó cuando el dueño del edificio dió la autorización.

El dueño hizo una pregunta al tipo alto que nunca se veía sin su cámara colgando del cuello: “fue un poco divertido”, reconoció Dematteis, “porque él dijo, ‘¿Qué ganas con esto?’ Y dijo, “bueno, hombre, tengo estas fotos que tomé y que las puedo compartir con todos en este lado del edificio. Y realmente no puedo pedir nada más”

Armado con brochas de pulgada y media, y ocho ayudantes y voluntarios para restaurar el mural de 24 pies de alto y 76 de ancho, Gálvez reclutó a Fontes, Morgan y Shield —tres de los cuatro artistas originales.
“Realmente fue muy difícil… mucha de la información se perdió. Pero mucho del diseño aún estaba ahí, no tuvimos que volver a dibujarlo todo”, dijo Gálvez, quien trabajó restaurando el mural del 16 de agosto al 16 de noviembre. “Pero fue interesante porque todos estos pintores tienen más conocimientos que hace 30 años. Lo cual ayudó tremendamente”.

Gálvez, Avilés y Dematteis oficialmente celebraron la restauración el domingo 14 de diciembre frente al mural.

“Es realmente una declaración”, dijo Dematteis. “Está diciendo, ‘Hey nosotros los artistas estamos aquí. La comunidad está aquí. No nos vamos a ir’. Y ha levantado el espíritu de la gente”.

— Traducción Emilio Victorio Sánchez