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El golpe rítmico de tambores, los cuerpos energéticos y una comunidad lista para bailar, son sólo algunas de las cosas que usted encontrará al visitar el estudio ODC de la Misión.

Con una variedad de cursos que incluyen todo un rango de estilos y edades, ODC se ha vuelto lo suficientemente acogedor como para animar a que cualquier persona a bailar.

Esta compañía de baile, una organización con 46 años de historia, llegó a la Misión en 1976 después de trasladarse de Oberlin, Ohio. Empezando como una pequeña compañía moderna y contemporánea, desde entonces se ha convertido en escuela y teatro, además de una compañía.

“Siempre nos hemos basados en la creencia de que todos deberían tener la oportunidad de bailar y de que cualquier persona puede bailar”, dijo el director y el miembro fundador Kimi Okada. “Uno no necesita meterse en el mundo profesional de baile para tener un lugar al que pueda venir y estar con otras personas que les encanta el movimiento en cualquier nivel”.

Esta creencia en ofrecer a cada uno la oportunidad de bailar es parte de lo que condujo a ODC a incorporar Ritmo y Movimiento, una organización de 25 años fundada por Consuelo Faust y anteriormente ubicada en la calle Misión (entre las calles 6 y 7) en su programación en 2006.

El programa de Ritmo y Movimiento ahora ofrece una ecléctica variedad de clases: “Queremos que todos encuentren una clase en la que se sientan cómodos y bienvenidos”, dijo Okada. “Sean aventureros, tengan coraje , y diviértanse:.

Uno de los maestros que ahora es el director de Ritmo y Movimiento es Dudley Flores. Flores entrenó con dicho programa como bailarín y maestro. Constatar el crecimiento de sus estudiantes es la parte favorita de su trabajo.

Nuestras clases —la mejor manera de decirlo— son de baile para ejercitarse, pero está basada más en el baile que en la salud”, dijo Flores. “La diversidad del programa nos hace sobresalir. Se puede encontrar un bailarín profesional en una clase principiante, lo cual muestra que los estudiantes están muy abiertos a intentar nuevas cosas”.

Raffaela Falschi Macías ha estado enseñando en ODC por 15 años. Si está buscando una clase latina con mucha energía, Macías es la elección más popular.

“Sus clases siempre son divertidas y llenas de energía”, dijo Christina Barreto, 32, una estudiante de Macías.

Ryan Mead, otro maestro bien conocido, ha impartido clase de salsa a distintos niveles cada viernes durante los últimos 11 años. Cuando tenía 19 años hizo un viaje a Cuba como un músico y le inspiraron tanto los estilos latinos del baile que continuó en ello.

Cada segundo viernes, Mead y otros tres maestros ofrecen una fiesta después de las clases del viernes por la noche, donde abren el estudio para que las personas puedan bailar y socializar desde las 9:30 hasta la medianoche. El evento es gratuito para alumnos y tiene un costo de 5 dólares para el público general.

Mead cree que esas clases los viernes se distinguen de otras que enseñan en ODC por muchas razones, entre ellas, por el hecho de que son uno de los únicos grupos que ofrece instrucción para bailar entre compañeros.

“Nos enfocamos principalmente en los aspectos divertidos y sociales de bailar”, dijo Mead y agregó: “Una de las cosas que mi compañera Sidney empezó fue animar a que las mujeres guíen a su pareja, y de hecho, tenemos a muchos hombres que están aprendiendo a seguir también”.

Las que buscan un descuento estarán feliz al enterarse de que el artista Alfie Macías está proporcionando una clase gratuita a los residentes de la Misión, después de recientemente haber recibido una beca por el Consejo de Artes de California.

Para tener mayor información acerca de la programación de ODC, envíe un correo electrónico a la escuela: info@oldschool.org,  o visite su sitio web Odc.dance.