[su_carousel source=»media: 33038,33039,33040″ limit=»60″ link=»lightbox» width=»800″ height=»540″ responsive=»no» items=»1″]

La frase con la que Nicole Calasich inicia sus presentaciones es una que siempre provoca la risa de los espectadores. Ella se presenta pronunciando su nombre en un perfecto español, y a continuación dice “Soy latina y lo digo de esa manera para que sepan que es real”.   

Calasich, residente de la Misión en San Francisco, sabe que su presentación rompe la barrera entre ella y la audiencia, que es principalmente caucásica. Igualmente, es una manera de consolidarse en el escenario, ya que no es muy común ser comediante latina.

Uno se puede dar cuenta tanto de la confianza que tiene Calasich de sí misma, como de la audaz decisión que ha tomado para elegir esa profesión. Pese a ello, persiste un forcejeo interno.

“Nada fuera de lo tradicional parecía una opción. “Buscar una profesión universitaria, conseguir un trabajo y ayudar a la familia, era la historia que estaba acostumbrada a escuchar”, dijo Calasich, recordando las expectativas que sobre ella tenían sus padres inmigrantes bolivianos. La comedia no es una profesión en términos tradicionales, que pueda prometer estabilidad económica, incluso después de arduos años de trabajo.

Calasich reconoció desde muy temprano, que en el mundo de la comedia “Los resultados están directamente relacionados a tu aportación y eso no se puede decir de cualquier profesión. Aprendí eso y me volví deseosa de conseguirlo”.

¿Y qué es lo que un comediante hace para ser exitoso? Calasich dedica su tiempo a estudiar sus presentaciones, tomar muchos apuntes, volver a redactar chistes y mantenerse al tanto de las posibles emociones emitidas por su audiencia. Calasich ya se ha consolidado: ha trabajado con varios comediantes que encabezan los shows, incluyendo a Ali Wong, originaria de San Francisco, y produce cuatro presentaciones al mes en San Francisco.

Para ella, ser comediante de profesión le vino de manera natural. Antes de caer en el Departamento de Ciencias Feministas en la Universidad de California, de Santa Cruz, asistió a un curso de ‘comedia en vivo’. Su trayectoria empezó con grupos de sketch (pequeñas producciones cómicas) de la universidad. Una vez graduada, practicó la comedia como pasatiempo y terminó por darse cuenta de que ese era su llamado.

“Entre más artistas conocía, más me daba cuenta de que estaba hecha para eso”, comenta. “No estás constantemente preocupada por la opinión de tu jefe, la de tu familia o la de nadie más. Estás haciendo cosas que te importan y que esperas de alguna manera te conecten con la gente”.

Calasich admite que vivir como artista es una decisión egoísta, algo que tiene presente a diario. Como cualquier otro artista, el tiempo y dedicación que le requiere perfeccionar su arte le exige hacer de lado otras. Eso fue especialmente difícil para ella siendo parte de una familia tradicional latina. Calasich ha faltado a varias fiestas de cumpleaños, quinceañeras y reuniones con su familia que reside en Los Ángeles.

El 27 y 28 de enero, encabezó cuatro presentaciones de Gentrif*cked en el Brava Theater Center como parte del decimosexto Sketchfest en San Francisco. Calasich recurrió sin reservas a varias frases sobre ser una latina feminista.

La presentación organizada por el Proyecto Latino de Comedia, un grupo de sketches cómicos con sede en Austin y nominado a los Emmys, enfatizó los peligros de la gentrificación por medio de sketches animados y el uso creativo de recursos multimedia.

Uno de los sketches incluía a un hombre en la calle que traía consigo en cada mano, una cerveza y un arma, mientras se burlaba de un promotor de suelo. Otro sketch presentó a una abuela que fue echada de su casa, pero gracias a la realidad virtual, consigue visitar su antiguo vecindario, presentando su vida y la de su comunidad. Otro se enfocó en una atractiva latina que analiza cómo la gentrificación se ha infiltrado en los cuerpos de las celebridades latinas.

El Proyecto Latino de Comedia trata temas tales como clase, raza y brutalidad policiaca en sus sketches, el más representativo es el de un agente de bienes raíces y un comprador que son amenazados de una invasión extraterrestre. Con algunas frases ingeniosas y un humor disparatado consigue dar a entender un mensaje —a los gentrificadores no les gusta aceptar a nuevas personas en su área.

Para Calasich fue especialmente importante la oportunidad de trabajar y formar parte del Proyecto Latino de Comedia, cuyo trabajo es significativo y relevante dado el impacto de gentrificación que existe en la Misión.

“Yo sé que somos pocos [comediantes latinos]; es fascinante conocer a un grupo que abarca temas relacionados”, dijo. Un video, titulado en inglés “Homogeneous Improv Theater”, es el favorito de Calasich.pues se enfoca en representar la cultura de la comedia.

Planea, en un futuro, organizar un festival de comedia latino y espera que su relación con el proyecto la ayude a conseguirlo.

Calasich dijo que anhela el día en que su audiencia guarde completo silencio al decir su frase inicial durante sus presentaciones, con todo y su perfecto acento, eso querrá decir que la audiencia finalmente comprenderá que el ser latina y comediante no es un chiste.

Puede encontrar a Calasich en cualquiera de sus presentaciones: “Brave New Jokes”, en Dear Mom en la Misión cada cuarto sábado a las 7 de la tarde; “Resistance is Fertile” en Rite Spot Café, también en la Misión, cada tercer lunes a las 8 de la noche; “Jokelandish”, en The Hatch en Oakland, cada tercer miércoles a las 8 de la noche y, comenzando abril, “Attractive Camp”, en Doc’s Lab en Chinatown, cada cuarto miércoles, también a las 8 de la noche.

—Traduccion por Karen Sánchez