Lorena Feijoo. Foto Nick Garcia/Via Facebook

La bailarina principal del Ballet de San Francisco, Lorena Feijoo, presentó una pre-proyección especial de la película de Disney, Cinderella, en el Cine AMC de Van Ness el 9 de marzo. Con la audiencia asistente también compartió su experiencia sobre la danza, su gracia y arte. Después, esta bailarina nacida en Cuba, quien hizo el papel de Cinderella en la obra A Cinderella Story, coreografiada por Val Caniporali, habló con El Tecolote sobre su experiencia, trayectoria y de cómo se convirtió en una de las bailarinas más famosas de la historia reciente:

¿Cuándo comenzó tu pasión por el ballet?

A muy temprana edad, cuando tenía tres o cuatro años. Mi mamá me llevaba al Ballet Nacional de Cuba todo el tiempo y fui cuidada por la gente que se hacía cargo del vestuario; estuve rodeada de zapatillas de punta, música y danza —así que comencé muy temprano.

Cuéntanos acerca de tu niñez en Cuba

Fue una época fenomenal, aprendí mucho. Era una niña muy alegre. No tenía setenta canales de televisión ni muchas distracciones. Estaba muy emocionada con mi educación. Solo era una niña feliz con muchas responsabilidades. Ser una bailarina significaba tener que estudiar francés, piano y pintura, así que no solo era la escuela. Era una joven muy madura y no me daba tiempo de jugar o hacer otras cosas. Hoy estoy muy feliz por todo lo que aprendí y viví.

¿Afectó haber nacido y crecido en Cuba en tu carrera como bailarina y en la bailarina que te convertiste?

Creo que cada uno de nosotros carga idiosincrasias, nuestras raíces, nuestra crianza y nuestra niñez, así que creo, como bailarina, que tiendo a escuchar que nosotros [cubanos] tenemos mucha vitalidad, mucha libertad y pasión y [somos] muy comprometidos con lo que hacemos cada día, mismo así durante ensayos y clases —no solo a la hora de actuar. Creo que eso es parte de ser cubana o ser latina; esos factores se integran en nuestro trabajo diario.

Cuéntanos acerca de tu desempeño en la obra A Cinderella Story de Val Caniporali. ¿Cómo fue esta actuación especial o única para ti?

Actuar en la Cinderella de Val fue muy bueno porque su coreografía está particularmente basada en los años cincuenta. Él usa muchos elementos como arpas y vestuarios que imitan a Audrey Hepburn como en Breakfast at Tiffany’s y tiene mucho humor en ella, lo cual no ocurre usualmente en el presente. Por ejemplo, en una parte Cinderella lleva las zapatillas al príncipe y eso es completamente opuesto. Así que es una historia muy divertida y los pasos tienen una facilidad porque se basa en un musical de Broadway y el compositor es Bernstein, así que es una música muy hermosa para bailar. Y trabajar con Val C. es siempre maravilloso, así que él hace la obra aún mejor.

¿Crees que ser latina afecte tu papel y, de ser así, cómo?

Para Val creo que sí importa porque utiliza mucho movimiento con las caderas. Y eso da cierta libertad para usar mucho tu cuerpo y hombros y el sentido de la música y movimiento, lo cual creo que los bailarines latinos tienen naturalmente porque desde pequeño, uno se mueve con la salsa y ritmos populares —igual [los latinos] quienes no son bailarines. Está un poco en tu DNA y tu crianza. Creo que por eso Val tiende a preferir mujeres latinas porque ellas tienen ese carisma y he sido muy bendecida con eso.

Muchas jóvenes escuchan la historia de Cinderella desde pequeñas tanto en libros, películas o en las historias que se cuentan para dormir. ¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste este cuento?

Creo que debió ser cuando tenía tres, desde pequeña mi mamá era muy buena leyendo historias. Es una de esas historias que dura para siempre y que ha estado ahí por siglos y cuando eres niño te imaginas cosas que aún no las ves en las fotos. Yo me acuerdo que en mi cabeza había una imagen muy diferente de Cinderella que cuando vi la película por primera vez, pero era fascinante y, por supuesto, es algo que los niños adoran —y también las mamás porque ahora soy una mamá y recién descubrí un mundo nuevo alrededor de los cuentos de hadas. Pero al mismo tiempo uno aprende de valores que puede poner en práctica en la vida diaria como la bondad, el coraje, el amor y la persistencia.

¿Y qué hay de la leyenda de Cinderella, crees que aún continúa siendo cautivadora?

Creo que la belleza de su personalidad y de sus acciones serán siempre aisladas y no tratadas bien, y tiene la humanidad de tratar bien a otros y ser maravillosa con los animales. Hay muchos valores que quedarán para siempre. Nosotros aprendemos valores y principios siguiendo nuestra pasión y creyendo que estamos haciendo lo correcto.

La película Cinderella de Disney está ahora en los cines AMC Van Ness, AMC Metron, Cinéarts, Kabuiki Cinemas y Century 20 Daly City.

— Traducción Laura Guardia