‘Ángel de la Nueva Revolución’, de Adrián Arias. Lápiz, carbón, vino tinto y agua de lluvia en papel.
Shizue Seigel, editora de Valores perdurables de las especies en peligro de extinción. Foto: Billy Gong

Una nueva antología de arte y literatura preparada por un escritor local la cual presenta contribuciones de gente de diferentes etnias debutará en la sede principal de la Biblioteca Pública el 8 de abril.

Los Valores perdurables de las especies en peligro de extinción: una antología de escritores de diversas etnias del Área de la Bahía, es el título de una obra cuya recopiladora, Shizue Seigel, busca unir a diferentes comunidades por medio del arte narrativo.

Conocer al chofer de un autobús o a la persona que trabaja en la tienda de la esquina es de gran interés para Seigel, quien recibió una subvención de la Comisión de Artes de San Francisco con el propósito de crear un libro que destacara a artistas y sus historias personales que representen su legado. Seigel espera que el libro sea un lazo entre las personas de diferentes etnias que luchan por un cambio.

“Somos todos parte de la lucha y lo que les sucede a aquellos, a quienes se les señala hoy, será lo que nos sucederá a todos, si no hablamos o nos apoyamos mutuamente”, dijo Seigel.

A la autora se le ha premiado con esta subvención por segunda vez, y se siente preocupada por la gentrificación y los temas políticos del momento. Esto y su gran interés por la gente común la han inspirado a enfocarse en 70 talentosos artistas de San Francisco. El libro incluye ensayos personales, cuentos cortos, poemas, y otras formas de expresión.

Seigel, de ascendencia japonesa, explicó que mientras crecía se dio cuenta que a los asiático-americanos se les consideraba como ‘la minoría étnica modelo’. Esta noción la hizo sentirse frustrada, y creó un libro que explore la historia como forma de unir estas comunidades a pesar de sus diferencias. Seigel espera que el libro inspire a los lectores a conocer gente común, que todos los días van a su trabajo y son ignoradas.

“No ponemos atención a la mayoría de las personas de diferentes razas que contribuyen al tejido de nuestras vidas, como a los camareros, a los choferes del autobús, explica Seigel. “La sociedad dominante nos entrena a ignorar a las personas como estas, pero para mí, ellos son quienes dan vida y vitalidad a la ciudad”, agregó.

En 2015, organizó en la biblioteca, un taller mensual para gente considerada minoría. Seigel no se considera una maestra, sino que trata de apoyar a sus estudiantes para que sientan confianza en su forma de pensar, sus experiencias y su voz. Todo esto para recordarles la narrativa única que llevan en sí.

Seigel comenzó el proyecto para el libro en julio de 2017 e hizo un llamado para presentaciones, las cuales terminaron en diciembre del mismo año. Hizo un esfuerzo consiente al plantearles tres preguntas a los particupantes que les hicieran pensar profundamente en su herencia, cultura y espiritualidad.

Los artistas destacados son personas asistentes a su taller y entre ellos hay escritores ya reconocidos: Karina Muñiz-Pagan, escritora del grupo nacional Fundación de Arte Voces de Nuestras Naciones.

Una organizadora comunitaria y orgullosa de ser queer Xicana, Muñiz-Pagan contribuyó con una pieza llamada ‘San Pancho’, una reflexión de cómo creció en San Francisco y cómo encontró su identidad por medio de una organización comunitaria. Muñiz-Pagan espera que la gente lea su historia y que se identifiquen con esta.

“Cree en tus palabras, en tu trabajo. Tu voz interior quiere mostrarse en la página. Conéctate con otros artistas, construye tu comunidad”, dice Muñiz-Pagan.

Ilustración: Rio Yañez

Después de recibir los textos, Seigel editó sola el libro completo. Sus contribuciones fueron la introducción, un escrito sobre su familia, un poema sobre su abuela y uno que se enfocaba en su espiritualidad e interpretación del mundo.

“En los últimos tres meses, yo sola recopilé un libro de 270 páginas, 90 de ellas a color, lo cual ha sido un esfuerzo sobrehumano”, dijo Seigel.

Seigel se siente contenta con la calidad de trabajo obtenidoy está muy emocionada que todos los artistas se conozcan y se cree una red entre ellos al salir el libro.

Otro de los que contribuyeron, Jesús Sierra, quien llegó a participar en este trabajo a través de amigo común de Siegel. Publicará dos escritos, uno sobre su propio análisis sobre la apropiación de la cultura, y el otro sobre cómo los jugadores de béisbol le salvaron la vida. Sierra espera que los jóvenes latinos lean el libro.

“Espero conocer a los otros artistas porque me recuerda que no estoy solo”, dijo Sierra.

Seigel dice que, aun cuando los fondos para el taller en la biblioteca no continúen, ella seguirá enseñando y uniendo a las comunidades de color. Espera que estas distintas comunidades acojan las dificultades a las que se han enfrentado y les aliente a volver la opresión en arte.

“Pienso que el sentirse oprimida y victimizada es una parte del proceso, pero he visto mucha gente que se queda estancada en ese lugar… uno de los propósitos de tener un libro para la comunidad es presentar modelos positivos”, concluyó la autora.