Varias personas en Caracas, Venezuela, reciben emocionadas los resultados de las elecciones. Photo Zoë Clara Dutka

Caracas (Venezuela)—El domingo 7 de octubre, a las 10 pm, Hugo Chávez fue declarado ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela con un 54.47% de votos, luego de una campaña con mucho en juego que fuera malinterpretada con desdén por medios de comunicación internacionales.

Mientras la fiesta se desató en todo el país, los partidarios de Chávez se sintieron aliviados de que, pese al fuerte interés de los EEUU por la caída del líder socialista, el pueblo venezolano fuera capaz de decidir por sí mismo durante una manifestación sin precedentes de la democracia, en la que un 81% de votantes registrados acudieron a ejercer su derecho.

La victoria de Chávez no fue una sorpresa para ninguno de los venezolanos, dado que el apoyo público hacia él es como una fuerza apasionada que borra cualquier asomo de duda sobre su autenticidad.

Más de 10,000 periodistas acreditados de todo el mundo estuvieron presentes en las elecciones, así como cerca de 200,000 testigos representantes de las organizaciones de las Naciones Unidas para la Unasur.

El Consejo Nacional Electoral venezolano tomó todas las medidas para asegurar la integridad democrática de las elecciones bajo el ojo crítico de los medios de comunicación internacionales. El candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonski, quien perdió con el 44.97% de los votos, ha aceptado oficialmente los resultados.

Se ha documentado que entre 40 y 50 millones de dólares fueron canalizados a la campaña de oposición a través de organizaciones financiadas por el gobierno de los EEUU, como la National Endowment for Democracy (NED), la Iniciativa Internacional de los Republicanos y Freedom House.

El incentivo principal de Chávez como líder es promover un sentido de solidaridad política y económica en toda América Latina, con el fin de oponerse a la participación militar de EEUU y la privatización de los recursos naturales valiosos a manos de los monopolios internacionales. Esto, aunado a que Venezuela posee una de las reservas mundiales de petróleo más grandes, lo convierte en blanco fácil para la atención hostil de la prensa.

Chávez fue elegido por primera vez presidente de Venezuela en 1998. En 2002, un golpe de estado lo sacó del poder, pero las protestas a favor lo trajeron de vuelta tres días después. Este será el tercer periodo de mandato presidencial de Chávez, por seis años más.

Venezolanos en SF
El consulado de Venezuela en San Francisco, ubicado en las calles Ocho y la Misión, abrió sus puertas para la votación del pasado domingo 7 de octubre desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

Más de 1.700 votantes de doce estados de la costa oeste —California, Colorado, Utah, Nevada, Nuevo México, Arizona, Texas, Hawaii, Oregon, Wyoming y Washington— estaban registrados para votar en el consulado.

De acuerdo con la información proporcionada por el candidato de la oposición, Henrique Capriles, la gran mayoría de los venezolanos que votaron en el consulado lo hicieron a su favor. De 1.113 votos emitidos, 34 fueron para Chávez, 8 nulos y 1.071 para Capriles.

“Si nosotros [venezolanos] no podemos cambiar el patrón ahora y Chávez sirve por otro mandato más, entonces no habrá manera de deshacerse de él”, dijo Camilo León, un voluntario venezolano y organizador. “Esta es nuestra última oportunidad para colocar un sistema democrático en el poder y terminar con esta locura”.

(Zoë Clara Dutka informó desde Caracas, Venezuela, y Brenda López desde San Francisco. Francisco Barradas contribuyó con la información.)

—Traducción Juan De Anda