[su_carousel source=»media: 33489,33490,33494,33492,33493″ limit=»60″ link=»lightbox» width=»800″ height=»540″ responsive=»no» items=»1″]

Al acercarse el primer aniversario de la muerte de Luis Góngora Pat, El Tecolote contactó a los primos de Góngora, Luis y Carlos Poot, así como a su hermano menor, José, con la esperanza de conocer más sobre el yucateco de 45 años, víctima mortal de oficiales del SFPD el 7 de abril de 2016.

La trágica historia de Góngora Pat es aquella que sigue el relato familiar del inmigrante que abandona su patria en busca de una vida mejor, y ofrece una visión de la difícil realidad a la que se enfrentan muchos inmigrantes indígenas.

Góngora Pat y su familia provienen de una zona rural de Yucatán, donde las comunidades indígenas mayas están unidas por brechas de tierra utilizadas para transportar maíz y otros productos locales. No hay carreteras pavimentadas, ni coches. Si necesita ir a algún lugar, hay que caminar o montar a caballo.

Son de la gente que labra la tierra, cosecha en ranchos como un medio para sobrevivir, vende lo que queda a cambio de muy poco.

“La mayoría de nosotros no tenía cable, radio, televisión ni bicicletas”, dijo el primo de Góngora, Luis Poot, quien llegó a San Francisco en 1989, el primero de su familia en llegar a los EEUU. “Fue difícil dejar a mi familia. Esa es la cosa más difícil que he hecho. Tener a tu esposa llorando con tus hijos y viendo a tu padre vivir en la pobreza y preguntando si puedes ayudarlo, y tener que decirle que no puedo porque me voy. Es muy difícil”.

En su Yucatán natal, estos mayas son forasteros en su propia tierra. Son criados hablando su lengua materna, sólo para ser obligados a aprender español una vez que comienzan la escuela. Aquellos que hacen el viaje hacia el norte con esperanzas de prosperar, lo hacen sabiendo que enfrentarán el reto de aprender otro idioma.

Luis y Carlos, que tuvieron el privilegio de aprender español en la escuela, pueden hablar y entender algo de inglés. Su primo José Góngora, y su difunto hermano Luis, no fueron tan afortunados.

“Podemos decir que Luis [Góngora Pat] creció aún más pobre que nosotros”, dijo Carlos.

Luis Góngora Pat sostiene a su hija, Rossana, el día de su bautizo en Teabo, Yucatán, México. Courtesía: Justice4luis.org

Góngora Pat siguió a sus primos y hermanos a San Francisco entre 2003-2004 dejando atrás a tres niños, su esposa y sus padres. Trabajó en Mel’s Diner en la calle Misión como lavaplatos junto a muchos yucatecos mayas durante casi una década, enviando dinero de regreso a casa.

Sin embargo, perdió su trabajo debido a problemas de comunicación con el nuevo personal de Mel’s. Luego perdió su apartamento ubicado en el 1751 de la calle Market, que había compartido con su hermano José y otro compañero de cuarto, poco después. De acuerdo con la familia de Góngora Pat, su compañero de habitación se fue, y aunque continuó pagando el alquiler, no tenía prueba de pago, lo que llevó a su desalojo.

Los hermanos Góngora se encontraron en la calle. “Hay mucha gente en la calle que no es mala gente”, dijo Luis Poot. “Quería ayudar a ambos [Luis y José], pero no tenía habitación… en mi casa. De haber tenido sitio, Luis seguiría vivo. Pensar en lo que pasó, es exasperante”, añadió. “La policía no está aquí para matarnos, se supone que nos ayuda. Están aquí para proteger vidas, no para tomarlas”.

Hubo 11 decesos fatales en San Francisco entre 2014 y 2016, y el fiscal de distrito George Gascón sólo emitió una resolución sobre uno: el de Alex Nieto, donde se negó a acusar a los agentes implicados, declarando sus acciones como legales.

Desde la muerte de Nieto, la familia ha sido franca en demandar la rendición de cuentas del SFPD, mientras que sigue ofreciendo apoyo moral a las familias y amigos de los que han sido asesinados por la policía.

“Es bueno poder hablar con personas que han pasado por esto”, dijo Luis Poot al referirse a los Nieto. “Y tener esa calidez de parte de una familia que ha experimentado esto, realmente ayuda a entender lo que está pasando. Tiendes a olvidarte de cómo te afecta esto”.

Este viernes, para el aniversario de la muerte de Góngora, su familia y amigos se reunirán en el lugar de la calle Shotwell donde fue asesinado para celebrar una ceremonia espiritual seguida de una marcha hacia el ayuntamiento en recuerdo de las victimas del Departamento de Policía de San Francisco. La marcha también tiene como objetivo presionar al Fiscal de Distrito para que procese a los agentes involucrados en la muerte de Góngora, así como a los agentes involucrados en otros tiroteos.

Los tres, Luis y Carlos Poot y José Góngora, marcharán por Luis el viernes. Ellos esperan la justicia, algo que ha permanecido dolorosamente lejano para la familia de las víctimas de la policía.

—Traducción, Katie Beas

https://www.youcaring.com/familyofluisgongorapat-782149