(Arriba) El 1979 de la calle Misión (también conocido como ‘El Monstruo en la Misión’), SOM Architects de Maximus Real Estate Partners. (Parte inferior) Plan de diseño urbano de la Misión, Rai Okamoto para la Comisión de Planificación de San Francisco, 1966.

Tuve conocimiento de Los Siete de la Raza por Eric Quezada, en la época cuando la Mission Anti-Displacement Coalition, MAC, se formó para enfrentar al primer boom Dot Com y la construcción ilegal de lofts para trabajo y vivienda, que devino en una explosión de desalojos, incendios en hoteles residenciales y la clasificación de la Misión como zona de pandillas. Lo que experimentamos a principios de la década de 2000 fue parte de una historia de resistencia a dichas influencias de control y especulación. Para Eric, el organizarse significaba aprender nuestras propias historias, recordar cuando Santana tocaba para recaudar fondos que serían destinados para pelear en contra de un desalojo, o de cuando Los Siete tenían su cafetería revolucionaria.

Como estudiante de planificación urbana, había leído sobre la exitosa lucha de la Misión para detener la renovación urbana, el ascenso y la caída subsiguientes de la Organización de la Coalición de la Misión (MCO) y el papel que jugaron en la creación de la red actual de organizaciones sin fines de lucro de la Misión. Las lecciones de Los Siete llenaron un vacío que existía en esa historia, definiendo una política radical de autodeterminación, y dándole una relevancia que vi desplegarse en el momento en que ocurría.

Los Siete lucharon en contra de la brutalidad policial, una relación neocolonial con el gobierno de la ciudad, el vínculo entre la vigilancia, la inversión en el transporte y la gentrificación, y el poder que el capital ejerce para transformar una ciudad. Hoy en día, la comunidad está experimentando una ‘revancha’ de esa lucha: una segunda ola de gentrificaciones y desalojos impulsados por la tecnología, los autobuses privados que dominan las calles y el desarrollo de lujosas viviendas a gran escala. Este es el escenario de los asesinatos de Alex Nieto, Amilcar Pérez López, Luis Góngora Pat y Jesús Adolfo Delgado Duarte, culpables de tener la piel oscura, de estar en el lugar equivocado —en su propio barrio— y ser víctimas del dinero del sector de la tecnología y de la policía.

La redada de siete jóvenes centroamericanos en 1969 por parte de la policía y los medios de comunicación, había sido precedida por una serie de artículos sensacionalistas en el periódico San Francisco Chronicle, que describían a matones locales y un barrio fuera de control. Mientras luchaban para defender a siete de los suyos, Los Siete se transformó en una organización comunitaria radical, basada en la autodeterminación de la comunidad, ‘Servir al pueblo’ y una narrativa de la liberación del Tercer Mundo que vinculaba sus luchas con los de razas negra y morena, y con la clase trabajadora.

Mientras que Los Siete alentaron a la comunidad a unirse a la MCO, mantuvieron una distancia crítica exponiendo problemas sobre el financiamiento gubernamental y la influencia que ejercían los promotores en los barrios, y sobre los llamados Tíos Tacos. El grupo de Los Siete experimentó el ciclo de desinversión y escribió sobre prioridades postergadas: “Si vivimos subyugados, ¿por qué poner palmeras en la Misión? ¿Por qué palmeras, por qué aceras embaldosadas? ¿Por qué no invertir en las escuelas?

Gentrificación voraz

La comunidad vio a la policía itinerante como una fuerza de ocupación. Esta mayor sensación de opresión se produjo exactamente en el momento en que el Consejo del Área de la Bahía, las corporaciones regionales y el gobierno local se disponían a diseñar planes para el BART y la transformación económica y demográfica de la ciudad. Asociada con la construcción del BART, la Comisión de Planificación de San Francisco publicó un plan de Diseño Urbano de la Misión en 1966. Los objetivos eran claros: “El impacto del tránsito rápido en el uso residencial será considerable… la Misión, en última instancia, servirá como un importante recurso residencial de ingresos moderados para todo el Área de la Bahía… aumentar los valores de la propiedad… cambiar el carácter de la venta… aumentar la accesibilidad al turismo… [y] proporcionar nuevas posibilidades y características en la imagen de la Misión”.

Todo esto era parte de una ideología general de renovación urbana (lo que James Baldwin, después de visitar Bayview, famosamente le llamó ‘eliminación de los negros’). El plan de 1966 contemplaba la demolición de cuadras enteras de las llamadas viviendas ‘devastadas’ en todas las direcciones alrededor de las estaciones de BART propuestas, para ser reemplazadas por edificios altos alrededor de plazas hundidas con carteles culturalmente apropiados que anuncian ‘tacos’, ‘bodegas’ y ‘piñatas’. Los diseños son similares a los diseños actuales de Maximus Real Estate para el Monstruo en la Misión, con sus torres de diez pisos que rodean las plazas de la estación del BART y un ‘mercadito’ al estilo de la calle Olvera.

Trabajando con el periódico ¡Basta Ya! la artista Yolanda López no solo pintó un cuadro sobre la opresión y la lucha, sino que también retrató la belleza de la comunidad y sus aspiraciones. Los programas de Serve the People, tales como el desayuno gratis y el Centro de Salud, fueron ejemplos auténticos de una realidad que estaría bajo el control de la comunidad, y proporcionaron imágenes positivas y poderosas.

Hoy en día, las luchas comunitarias como la lucha contra el Monstruo en la Misión enfrentan los mismos desafíos de antes: cómo combatir la retórica anti-pobreza y anti-inmigrante de ‘limpiar la plaza’ al reemplazarla con un patio de recreo para los ricos, en lugar de transformar ese discurso en una visión positiva del desarrollo controlado por la comunidad, una ‘Maravilla en la Misión’. Las lecciones de Los Siete: construir la solidaridad en el Tercer Mundo, organizarse para servir a la gente y resguardar un futuro transformador, siguen siendo relevantes hoy. ¡Recuerda a Los Siete!

Fernando Martí es curador junto a Yolanda López de la exhibición 50 años de Cultura y Resistencia: desde Los Siete hasta hoy, en la Galería Juan R. Fuentes de Acción Latina hasta el 17 de mayo. Acción Latina será la anfitriona de 50 años de gentrificación en la Misión con Yolanda López, el 1 de mayo, y 50 años defendiendo a las jóvenes negras y morenas con Donna Amador, el 15 de mayo, ambas a las 6pm en el 2958 de la calle 24 en San Francisco.