Mongo Santamaria. Photo El Tecolote archives

En marzo de 2011 la Oficina del Censo de los EEUU anunció que la población latina en el país había superado los 50 millones – contabilizando aproximadamente una de cada seis personas en los EEUU.

Al mes siguiente, la Academia Nacional de las Artes y las Ciencias de la Grabación, la organización que realiza la ceremonia anual de los Premios Grammy, anunció cambios drásticos en su estructura de premios, incluyendo la eliminación de la categoría de Jazz Latino.

Mientras la academia insiste en que la decisión se basó solamente en el deseo de incrementar la “unidad” y “la paridad entre las categorías,” muchos artistas de la comunidad del Jazz Latino ven la decisión como un ataque cultural contra los latinos en los EEUU, y se han percatado que la mayoría de las otras categorías elegidas para su eliminación o consolidación eran géneros de sectores étnicos especializados.

Las categorías Hawaianas, Nativo-americanas y Zydeco o Cajun fueron todas eliminadas y la Música del Mundo Tradicional y Contemporánea se fusionaron en una categoría de Música del Mundo.

El percusionista, productor y compositor John Santos, cinco veces nominado a los Grammys, dice que no hay excusa para lo que hizo la Academia y ve la eliminación de la categoría de Jazz Latino como un movimiento reflejo de ataque violento contra los latinos y su cultura.

“Mientras nuestro país está en un estado de multiculturalismo y de demografía latina sin precedentes, NARAS y los GRAMMYS se están moviendo hacia atrás y abrazando el sentimiento antiinmigrante que se promueve por ciertos sectores,” dijo. “No es ni más ni menos que gravemente insultante tener individuos defasados que de repente deciden que el Jazz Latino ya no es una forma legítima de arte, cuando la creatividad y la actividad en estos campos está al máximo nivel de todos los tiempos.”

John Santos tocando en vivo San Francisco. John Santos playing live in San Francisco. Photo El Tecolote archives

Añadió que al forzar a los artistas de Jazz Latino a competir con los actos de los jazzistas tradicionales, la academia se aseguró que ya no habría nunca más un artista de Jazz Latino premiado con un GRAMMY.

“Estoy seguro que hará feliz a un grupete de gente,” dijo. “Pero es groseramente injusto, inmoral e ignorante de la historia y significancia de esta forma de arte.”

Greg Landau, instructor musical del City College y tres veces nominado, ha sido miembro de la academia durante veinte años y está en la junta de gobierno de la sección de San Francisco. No cree que la decisión tenga nada que ver con la raza porque los miembros de NASRA son muy diversos, representando a “todos los sexos y razas,” pero cree que impactará profunda y negativamente a la comunidad del Jazz Latino.

“El hecho es que el jazz latino y el jazz, mientras comparten ciertas similitudes, son géneros diferentes…[el cambio] está marginalizando y restando credibilidad a algunos géneros vitales,” dijo. “Me afecta a mí y a muchos otros músicos que sobreviven, los cuáles tratan de obtener un reconocimiento y seguir haciendo música en un ambiente hostil.

Landau añadió que algunos de los cambios más impugnados, como la consolidación de la categoría de Clásica Moderna o la eliminación de los campos separados masculino y femenino, no tienen nada que ver con la raza o la etnicidad.

Santos dijo que ya sea por “ignorancia o soberbia,” no hay excusa para el impacto negativo de la decisión de la academia.

La compositora y nominada a los Grammy Rebeca Mauleón es una instructora musical y directora de educación en el SF JAZZ, una organización educativa sin ánimo de lucro dedicada al jazz. Ve la decisión de la academia como una tragedia y una indicación de que “claramente ha perdido la visión de su propósito.”

“Lo que hagamos como comunidad para enmendar esto y muchas otras cosas que están mal, será el examen final de nuestra solidaridad entre nosotros y nuestro respeto hacia el espíritu creativo del Área de la Bahía,” dijo, pero añadió que era la misión de cada artista “continuar su camino creativo sin buscar el aval de ninguna institución.”

Los cambios hechos por la academia incluyen la eliminación de 31 categorías, reduciendo el número de 109 a 78.

La academia también elevó el nivel del mínimo de entregas a 40 de 25 por categoría, dice Landau que este cambio determinó el destino de la categoría de Jazz Latino.

“Normalmente, el Jazz Latino tenía más de 25 y se habría salvado,” dijo. “Hay un número de lanzamientos que habrían sido elegidos y que no se presentaron… una abundancia de lanzamientos indie de gente que no siempre ha estado en el negocio de la música y no sabe cómo presentarlos o de su importancia o siente que no tienen ninguna oportunidad de ganar.”

Está circulando una petición para reincorporar el Jazz Latino como categoría de Grammy de Urban Music Presents, un grupo de amantes del jazz y músicos, unidos en su deseo de promocionar y preservar el legado cultural del jazz.

Se ha creado un sitio web – grammywatch.info – para organizar la respuesta contra la decisión de la academia y proporcionar actualizaciones sobre cualquier desarrollo en la lucha para reincorporar el Jazz Latino.

Santos y un grupo de aproximadamente 20 personas trataron de mostrar letreros de protesta en un reciente evento de la academia en el teatro Premier, y se les denegó el acceso al edificio.

“Tuvimos un grupo de estudiantes y familias allí con letreros de protesta y nos hicieron cruzar la calle…, pero cualquiera que viniera al sitio tenía que pasar por los carteles,” dijo “Manifestamos toda la oposición y la lógica que pudimos presentar para oponernos a esta locura que han hecho y están tratando de defender…, está empezando despacio a penetrarles la idea de que fue una mala decisión de su parte.”

“Esto no va de nosotros contra ellos; esto va de todos nosotros,” dijo. “Sólo espero que con toda nuestra energía positiva podamos convencer a NARAS de que recapacite su decisión, y nunca más pierda de vista a los artistas y la comunidad que los ha hecho lo que son.”

—Traducción Emilio Ramón